La Familia: Un Proyecto de Dios en un Mundo en Cambio

CE Villa Maria

4/27/20232 min read

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La Familia: Un Proyecto de Dios en un Mundo en Cambio

“¿No habéis leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos serán una sola carne? Así que, ya no son dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre” (Mateo 19, 4–6).

Hablar de la Familia como proyecto divino en un mundo en constante cambio implica detenernos y reconsiderar el concepto de proyecto en la vida humana. Este concepto nos ayuda a entender nuestra existencia diaria desde la planificación, organización y proyección, fundamentos esenciales para nuestro camino diario.

Desde esta perspectiva, podemos reconocer la presencia de Dios en cada situación de nuestra vida, fortaleciendo nuestras habilidades y transformando nuestra existencia. Es necesario un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida: no es la vida la que debe darnos algo, sino nosotros quienes debemos responder a lo que la vida espera de nosotros, proyectándonos conscientemente. El Proyecto de Vida debe enfocarse en la integridad del ser: espiritual, familiar, intelectual, física y social. Esto implica asumir la responsabilidad de vivir, encontrar respuestas a los problemas y cumplir con las tareas que la vida nos asigna.

La vida siempre te llevará hasta donde estés dispuesto a llegar, teniendo presente el proyecto que hemos visualizado. Construir una Familia en un mundo cambiante, que a menudo nos presenta una imagen distorsionada, puede ser un proceso que requiere un criterio sólido para reconocer este regalo de Dios. La situación familiar de cada uno es un don de Dios, y es en esta situación donde se produce el encuentro con la llamada divina (1 Cor. 7,7-9). Es esencial escuchar esta llamada y promesa que da sentido a las relaciones interpersonales que la Familia nos proporciona.

El Papa Francisco, en el Ángelus de la solemnidad de la Sagrada Familia el 27 de diciembre de 2015, expresó: “El núcleo familiar de Jesús, María y José es para todo creyente, y en especial para las familias, una auténtica escuela del Evangelio, donde admiramos el cumplimiento del plan divino de hacer de la familia una especial comunidad de vida y de amor”.

Jesús nos da un nuevo mandamiento: amarnos los unos a los otros como Él nos ha amado (cf. Juan 15, 12-13). Este mandamiento se aplica no solo a nuestros amigos y hermanos en la fe, sino también a nuestra Familia. Debemos amar a nuestra Familia con el mismo amor sacrificial con el que Jesús nos ama: es nuestro compromiso diario descubrir el plan de Dios para con ella.